El quirófano ya es un recuerdo en el largo camino que César ya ha emprendido para volver a jugar al fútbol
Fuente: FERNANDO ORNAT (21/01/2005)
Una camilla traslada a César Jiménez desde el quirófano hasta su habitación. Foto: Juan Carlos Hidalgo
"Todo ha salido muy bien. Estoy contento y tranquilo. Ésas fueron las primeras palabras de César Jiménez cuando llegó a su habitación de la clínica Cemtro de Madrid procedente del quirófano. Efectivamente, la intervención y el trabajo del doctor Pedro Guillén había resultado un éxito, como no podía ser de otra manera estando en manos del doctor Guillén, una auténtica eminencia en su especialidad, tal y como comentó con satisfacción a pie de quirófano el jefe de los servicios médicos del Real Zaragoza, doctor Jesús Villanueva. La intervención confirmó los graves daños sufridos por el zaragocista tras la escalofriante y durísima entrada del madridista Luis Figo, quien ya podrá dormir mucho más tranquilo.
El doctor Pedro Guillén exploró la zona dañada, comprobó que los tendones tenían suficiente longitud para unirlos de nuevo y limpio y redujo la rotura del cuerno posterior del menisco. Eso sí, reconoció que, pese a no encontrarse con imprevistos que hubiesen podido complicar la intervención, la rotura resultaba muy importante. Y, por supuesto, ratificó el tiempo previsto de recuperación: Si no hay problemas estará seis meses, diagnosticó el traumatólogo.
César estuvo acompañado por sus familiares que aguardaron en la habitación el regreso del jugador. Una hora y media más tarde, el futbolista ya estaba de nuevo en su cama. El primer escollo estaba salvado. Estoy muy bien de ánimo, muy animado. Y, la verdad, es que en lo único que pienso es en que vayan pasando los días para empezar ya a trabajar. No quiero estar parado, manifestó César Jiménez, consciente de que ahora queda el trago más largo. Pero lo voy a afrontar con decisión, aseguró.
Fuente: FERNANDO ORNAT (21/01/2005)
Una camilla traslada a César Jiménez desde el quirófano hasta su habitación. Foto: Juan Carlos Hidalgo
"Todo ha salido muy bien. Estoy contento y tranquilo. Ésas fueron las primeras palabras de César Jiménez cuando llegó a su habitación de la clínica Cemtro de Madrid procedente del quirófano. Efectivamente, la intervención y el trabajo del doctor Pedro Guillén había resultado un éxito, como no podía ser de otra manera estando en manos del doctor Guillén, una auténtica eminencia en su especialidad, tal y como comentó con satisfacción a pie de quirófano el jefe de los servicios médicos del Real Zaragoza, doctor Jesús Villanueva. La intervención confirmó los graves daños sufridos por el zaragocista tras la escalofriante y durísima entrada del madridista Luis Figo, quien ya podrá dormir mucho más tranquilo.
El doctor Pedro Guillén exploró la zona dañada, comprobó que los tendones tenían suficiente longitud para unirlos de nuevo y limpio y redujo la rotura del cuerno posterior del menisco. Eso sí, reconoció que, pese a no encontrarse con imprevistos que hubiesen podido complicar la intervención, la rotura resultaba muy importante. Y, por supuesto, ratificó el tiempo previsto de recuperación: Si no hay problemas estará seis meses, diagnosticó el traumatólogo.
César estuvo acompañado por sus familiares que aguardaron en la habitación el regreso del jugador. Una hora y media más tarde, el futbolista ya estaba de nuevo en su cama. El primer escollo estaba salvado. Estoy muy bien de ánimo, muy animado. Y, la verdad, es que en lo único que pienso es en que vayan pasando los días para empezar ya a trabajar. No quiero estar parado, manifestó César Jiménez, consciente de que ahora queda el trago más largo. Pero lo voy a afrontar con decisión, aseguró.
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